02 septiembre 2012

Un sueño alcanzado a brazadas

El joven con síndrome de Down Mauro Rodríguez, del Racing Chapela, supera el reto de nadar desde las islas Cíes hasta O Vao

ANTONIO PINACHO - REDONDELA "Soy un fiera". Con esas espontáneas palabras saludaba ayer Mauro Rodríguez a sus familiares, amigos y numerosos fans en la playa de O Vao. Este joven de 22 años con síndrome de Down tenía suficientes razones para estar tan satisfecho: consiguió completar a nado una travesía de diez kilómetros entre las islas Cíes y el arenal vigués. Con este reto demuestra que no existen barreras para las personas con discapacidad intelectual y que gracias al esfuerzo continuo se pueden cumplir cualquier sueño.
"Ha sido muy emocionante para todos nosotros", aseguraba su padre, que fue el primero al que Mauro abrazó, aún empapado, al llegar a la meta. "Es la recompensa a dos meses de gran esfuerzo y duros entrenamientos, nadando cada día entre cinco y seis kilómetros en el mar, para conseguir este reto", destaca.
Mauro lleva la afición por el deporte en la sangre. Su padre, Quico Rodríguez, fue jugador hace cuatro décadas del primer equipo del Celta, cuando militaba en segunda división. "Aunque sabía de la capacidad de lucha de Mauro, durante la travesía llegué a dudar si lo conseguiría por las condiciones del mar, con un fuerte oleaje y corrientes, pero él me tranquilizó cuando le pregunté y me dijo que llegaría", apunta su progenitor, que le acompañó durante los diez kilómetros en una lancha. Mauro tampoco estuvo solo en el agua en ningún momento, porque nadaba en un grupo de treinta personas entre los que se encontraba su hermano mayor, Marcos, bombero de profesión.
El tiempo era lo de menos, porque no es una prueba de carácter competitivo, sino que se trata de un desafío para poner a prueba la resistencia y la voluntad de los participantes. Mauro, finalmente, completó la distancia en cuatro horas y media. Las bocinas de los barcos que siguieron el recorrido animaron sus últimos metros hasta su llegada a O Vao, donde el nadador fue recibido entre gritos y aplausos por cientos de personas que gritaban su nombre.
"Consiguieron emocionarle e incluso lloró cuando se abrazó a su madre. Para todos nosotros esta gesta es algo impresionante, una heroicidad sin precedentes", indica el padre, que confía en que la hazaña sirva para "eliminar barreras" y un ejemplo "para animar a otras personas a esforzarse para conseguir sus metas".
No es casualidad que Mauro Rodríguez Baliña, nadador del club Racing Chapela, logre este importante reto. Aunque su especialidad no son las travesías en aguas abiertas, en su palmarés tiene un campeonato de España de 100 metros mariposa de la Federación Española de Deportes para Personas con Discapacidad Intelectual. Y seguro que con su lucha y tesón llegará muy lejos