05 abril 2010

Las estrellas negras del Racing Chapela



La `liga de las estrellas´ nos ha acostumbrado a que los equipos sean una auténtica Babel. El portero alemán cede la pelota al central argentino. Éste la toca para el centrocampista, esta vez español. Juega con el lateral, nacido en Camerún, que corre la banda y centra al área. Cabecea, cerrando estas `naciones unidas´, un delantero centro, japonés.

Sin embargo, la incorporación de extranjeros en el fútbol base, ha sido más lenta. Pero James y John, de dicisiete años, nacidos en Ghana y llegados a España hace menos de dos años, ya están en el Racing de Chapela. Su selección nacional se dió a conocer con el nombre de `estrellas negras´ y la parroquia redondela ya tiene las suyas. Hace sólo unas semanas que juegan con el equipo juvenil, pero ya "son la alegría del equipo". Así los presenta Antonio Acuña, su entrenador.

Como tantos otros inmigrantes africanos en nuestro país, trabajan en la construcción pero emplean su tiempo libre en el fútbol sala. "Creamos el equipo, entre algunos padres, hace apenas un año. La idea era que los chicos de Chapela se divirtiesen. Fueron los chicos los que coincidieron con ellos, jugando al fútbol claro, así que los invitamos a unirse".

Ayer el Racing de Chapela celebraba la primera edición del torneo que lleva su nombre. Con el número 8 a la espalda, John actuaba de defensa y James "de cualquier cosa", como él dice. Una polivalencia envidiable que se explica por sus cualidades físicas. "Los otros están pidiendo el cambio a los dos minutos pero ellos... no se cansan nunca, es gente atlética, con mucha resistencia", explica su entrenador.

En las calles de Ghana, como en las de Vigo, los niños quieren ser futbolistas y se lanzan a demostrar su valía. "Sólo que allí es distinto. No hay tantos campos como aquí", dice James. "Bueno, campos hay muchos, pero no cerrados y adaptados específicamente para el fútbol", matiza John.

Tampoco son las mismas las aspiraciones de futuro. Ninguno quiere dar detalles de cómo ha llegado a Vigo. Lo que importa es que ahora ya están aquí, dicen.

Sin embargo, sus expresiones cambian al comentar la última liga, ganada por el Real Madrid. "El Madrid ganó porque el Barça empató y en Ghana no es así", se queja James. Y quizá su lamento tenga explicación. "Yo ya conocía mucho de la liga porque me gusta mucho el Barça" y mira, dibujando una media sonrisa, a John, "es que yo soy del Madrid", reconoce éste riendo.

La próxima temporada disputarán la Liga Gallega de la Federación Galega de Fútbol Sala con el equipo juvenil. "A ver si pueden dedicarle un par de tardes a entrenarse, claro que lo primero es el trabajo", reconoce Antonio Acuña. Sea como sea, sus compañeros, que hacen bromas por el `interés mediático´, esperan que jueguen con ellos.

"Nos recibieron muy bien aunque no nos entendíamos mucho. El problema fue el idioma", comenta James, que llegó a Madrid y desde allí fue trasladado a Pontevedra por la policía. John no quiere hablar de su historia. Prefiere hacerlo en el campo. Ayer disputaban con su equipo el I Trofeo Racing de Chapela y anotó el gol de su equipo en el empate con el Arenas Base, a veinticinco segundos del final del primer tiempo. Ahí, en el terreno de juego, sí que se entienden con sus compañeros.