Mauro y Loira podrán hacer realidad un sueño.
Competir en los campeonatos de Europa de natación de síndrome de Down. Estos dos integrantes del Racing Club de Chapela consiguieron gracias al apoyo del festival Redondela en Curto y de la Agrupación de Electores de Redondela reunir el dinero necesario para trasladarse a la ciudad portuguesa de Estarreja y luchar por un lugar para el mundial de México. Su entrenador, Enrique Carro Martínez, aseguraba ayer en rueda de prensa que 'el apoyo recibido ha sido esencial para poder acudir a estos campeonatos'. Por este motivo quiso hacer público su agradecimiento por permitir que el esfuerzo de estos dos nadadores pueda verse recompensado con su participación en el campeonato europeo.
Mauro Rodríguez es a sus 22 años el primer en la travesía Cíes-O Vao del año pasado y es campeón de España en su categoría. Por su parte, Loira Fernández, de la misma edad, ya conquistó el campeonato de España en 100 metros mariposa y es subcampeona en 400 libres. Los dos partirán hoy rumbo a la ciudad portuguesa con la intención de 'regresar con el pasaporte para los mundiales y con la responsabilidad de saber que son los únicos españoles que acuden al campeonato', explicaba su entrenador.
En el Racing Club de Chapela entrenan desde hace cinco años unos 30 chicos con síndrome de down. Uno de los mayores retos que deben afrontar son las dificultades económicas por las que pasa el colectivo, que ha visto muy reducidas las ayudas que recibía por parte de las administraciones.
Mauro Rodríguez es a sus 22 años el primer en la travesía Cíes-O Vao del año pasado y es campeón de España en su categoría. Por su parte, Loira Fernández, de la misma edad, ya conquistó el campeonato de España en 100 metros mariposa y es subcampeona en 400 libres. Los dos partirán hoy rumbo a la ciudad portuguesa con la intención de 'regresar con el pasaporte para los mundiales y con la responsabilidad de saber que son los únicos españoles que acuden al campeonato', explicaba su entrenador.
En el Racing Club de Chapela entrenan desde hace cinco años unos 30 chicos con síndrome de down. Uno de los mayores retos que deben afrontar son las dificultades económicas por las que pasa el colectivo, que ha visto muy reducidas las ayudas que recibía por parte de las administraciones.