07 diciembre 2015

Destruyendo barreras desde la piscina

Iria Gómez disfruta cada medalla, cada competición, cada segundo en la piscina. Esa pasión la acompaña desde que era un cría y sus padres decidieron que tenía que aprender a nadar. Lo hicieron por dos motivos: el primero, porque podía ser un complemento perfecto para una persona con síndrome de Down, enfermedad que hace que las extremidades y músculos sufran más. El segundo, porque desde pequeña Iria es un huracán, una persona incansable, llena de energía: era necesario algo que agotase sus baterías.
No fue hasta hace seis años cuando comenzó a competir. Todo partió de la mano de su entrenador en el Club de Natación de Ribeira, Jesús Silva, que la retó a apuntarse al equipo. Los padres no lo dudaron, aunque se encontraron con un problema, la joven no podía acudir a los torneos con sus compañeros de cada día. «Non atopábamos un club por aquí para que puidese ir ás probas oficiais», asegura su madre, Teresa Vidal. No dejaron de buscar y tras mucho trabajo encontraron el Racing Chapela, que tras reunirse con ella, le abrieron las puertas de par en par.
Primer campeonato
La primera competición de Iria llegó en el 2012, era el campeonato gallego y ella recuerda vivamente el momento. «Estaba un poco nerviosa, no sabía si sería capaz de ganar», reconoce con una sonrisa tímida. En la piscina la tensión se evaporó y ella se sumergió en el agua. Consiguió dos oros, el primero en 50 espalda y el segundo en 50 libres. La boirense recuerda los gritos de ánimo de Teresa y Sindo, su padre. La joven, que actualmente ha cumplido 24 años, repitió la hazaña un año después, aunque esta vez, además, sumó el oro en la prueba de relevos. Eso hizo que en el 2014 fuese una de las gallegas elegidas para acudir al campeonato de España: «Fuimos a Almería, me lo pasé genial, me encanta competir». Volvió con el bronce en 100 metros espalda y a su regreso todo fue una fiesta.
Su madre reconoce la importancia que tiene el deporte para su hija:«A natación ten moito valor para ela, é unha persoa moi sociable e isto permítelle estar en contacto con xente en todo momento. Os adestramentos co resto de rapaces son unha forma de integración. Tamén funciona a nivel de disciplina e axúdalle a saber comportarse. O deporte fixo que mellorase en tódolos aspectos da súa vida».
De nuevo a por la victoria
El próximo marzo regresa al campeonato de España, al que no pudo acudir este año por una lesión en el hombro. «Estoy entrenando muchísimo, Manuel me da mucha caña, estoy en la piscina casi dos horas cada día». Ella no piensa en medallas, pero no descarta regresar a casa con otra más. Su familia asegura que es lo de menos, aunque saben la importancia que tienen para ella. «Estamos moi contentos, axúdanlle a motivarse máis e son a recompensa ao seu esforzo. Cando gañou o primeiro campionato foi como se gañase as olimpíadas», confiesa su madre.
Los problemas económicos de su club la dejaron sin el torneo europeo
Los profesionales que trabajan desde hace años en las asociaciones para personas con discapacidad saben perfectamente lo que ha supuesto la crisis. También Iria Gómez la vivió en sus carnes. Ella fue una de las candidatas a representar a España en el campeonato europeo que se disputó hace unos cuantos meses en Italia. Sin embargo, no pudo acudir, ya que su club no fue capaz de sufragar los gastos de desplazamiento. La boirense tenía el compromiso por parte de su alcalde de que sería el propio Concello el que financiaría los gastos del viaje. Sin embargo, la crisis obligó a que todo diese marcha atrás.
Todas las personas que conocen a Iria destacan su capacidad para hacer amigos. Dueña de un desparpajo insólito, queda poca gente en A Pobra y Boiro que no la conozca y que no haya hablado con ella. En el centro de día de la asociación Ambar, lugar donde pasa sus mañanas, aseguran que se adaptó al momento. Hasta los 21 estudió en el instituto y fue ahí cuando dio el salto a la entidad ribeirense, donde es una de sus integrantes más activas.
Artista multidisciplinar
Iria no falta a una clase de zumba. «Me encanta bailar y lo hago genial», confiesa entre risas. También es una de las mejores actrices del grupo de teatro de Ambar y, además, disfruta cada sábado navegando a vela por la costa de Ribeira.

La boirense se ha ganado un hueco en el corazón de cada persona que se ha encontrado a lo largo de su vida. «É unha rapaza única», confiesan los responsables de Ambar. Le toca clase de encuadernación y se despide lanzando besos mientras aguanta con la otra todas sus medallas: «Tenéis que venir a la piscina».